Para la medicina oriental nuestro cuerpo es susceptible de enfermar por determinadas emociones, en el caso de hígado y vesícula biliar, la emoción que les hace alterarse es la cólera, por tanto la crispación, irritación, la sobrecarga y el estrés. Pareciera que esto no tiene que ver con el tema que tratamos en el artículo sobre cefaleas y migrañas, pero todo lo contrario porque el hígado y la vesícula biliar cuando están alterados provocan un reflejo en la zona de la nuca provocando que lo músculos de la zona se tensen de forma involuntaria y se produzcan bloqueos de las vértebras cervicales sobre todo a nivel de la nuca provocando diferentes repercusiones, como mareos y dolores de cabeza. La llamada cefalea tensional no es más que un reflejo de las tensiones psíquicas y emocionales que soportamos en nuestro día a día, que se trasladan a través de la disfunción del hígado a la región cervical provocando estas cefaleas tensionales.